Así como las personas tienen características que las diferencia una de otras y el como se muestran a la sociedad, también para las empresas deben tener unas características que las haga resaltar, para las empresas es la identidad corporativa.
Identidad corporativa
Es un conjunto de elementos que permiten que los consumidores o clientes creen una percepción, mayormente visual, sobre la empresa. Claro que la anterior definición sería una muy resumida, sin tomar en cuenta otras cosas que influyen, explican o determinan esta identidad.
Contrastándola con una persona podemos decir que en las dos existen elementos que funcionan como una manera de expresar la filosofía de alguien, su manera de actuar, sus preferencias, hasta sus valores. Ya sea de manera visual, o de otra un poco más abstracta, la personalidad se manifiesta a través de la identidad.
También es importante saber distinguir la imagen corporativa de la identidad corporativa. La principal diferencia entre estos dos conceptos es que la identidad corresponde más a un proceso de construcción interno; la organización es quien define esta identidad. Por otro lado, la imagen es algo externo que los clientes perciben, por lo que no siempre se puede controlar en su totalidad.
¿Cómo se compone?
La identidad es un conjunto de elementos, tangibles e intangibles, que representan a cada uno y expresan también su personalidad. Algunos van a referir más a la cultura organizacional, la filosofía de la empresa, etcétera, y otros más hacia lo visual.
Entre los visuales podemos encontrar principalmente el logotipo, que es el elemento más notorio, ya que es la imagen con la que se muestra a la sociedad. La tipografía también es un aspecto notorio, acompaña a la marca en todas las plataformas y le da un estilo a su forma de comunicarse. Además, la paleta de colores complementa a las anteriores por medio de la transmisión de la ‘personalidad’ de la marca y los significados que la rodean.
Los elementos no visuales, se refieren a lo que está detrás de toda la identidad visual. Como se mencionó antes, aquí participa la cultura de la organización, sus costumbres, su filosofía, su visión y todo lo que no es precisamente notorio a simple vista.
En conclusión podemos decir que la identidad corporativa es el conjunto de elementos, visuales y abstractos, que permiten a una empresa crear una representación de ella en el exterior. Está influenciada por los procesos internos y externos de la empresa.
La identidad corporativa es muy importante para todas las empresas ya que a partir de ella se puede generar un beneficio para la organización.